En lugar de muebles que ocupan superficie como libreros y consolas, puedes anclar a la pared repisas y estantes de distintos tamaños. Esto proporciona ubicaciones para guardar libros, marcos de fotos, colecciones, plantas u otros adornos que disfrutas ver.
Lo mejor de los estantes de pared es que puedes jugar con las alturas y dimensiones según tus necesidades. Puedes intercalar repisas grandes para almacenaje con otras más pequeñas para ir colocando decoración. Además de ser funcional, queda muy estético.
Opciones como los tablones de madera rústicos o los estantes de metal minimalistas se ven geniales. Lo importante es calcular bien el peso que soportarán y fijarlos correctamente a los soportes de la pared.
Si eres hábil, puedes crear tus propios estantes y repisas con materiales de ferretería. Deja volar tu creatividad para diseñar muebles flotantes que potencien tu espacio vertical. ¡Tu sala te lo agradecerá!